Queridos amigos cooperativistas de todo el mundo,
Hoy celebramos el aniversario ciento veinticinco de la Alianza Cooperativa Internacional. Esto no solo es un hito para nuestra organización, sino también para todo el movimiento cooperativo.
Este año, la humanidad está enfrentándose a enormes desafíos. Confinados en nuestros hogares, vemos muchas malas noticias sobre la pandemia, la violencia racial y los efectos del cambio climático. Sin embargo, también hemos puesto los principios cooperativos en acción y hemos visto cómo las cooperativas han ayudado a comunidades de todo el mundo a hacer frente a un virus mortal, y las van a ayudar a reconstruirse cuando la pandemia empiece a ser superada.
En ese sentido, me enorgullece saber que la organización que nació hace ciento veinticinco años para albergar al cooperativismo de todos los rincones del planeta, hoy sigue siendo esa casa común de todas las organizaciones que practican una economía con raíces, democrática y solidaria, y que con ese espíritu es capaz de asumir los desafíos globales del presente.
Nuestra identidad, valores y principios cooperativos se han mantenido fuertes y son la base para que las cooperativas de todo el mundo ayuden a sus comunidades a sobrevivir y hacer frente a la pandemia de este año.
En estos meses he escuchado a los cooperativistas de todas partes contar sus historias de resiliencia y compromiso para responder a las necesidades de la gente.
He conocido acciones rápidas e innovadoras de las cooperativas que han protegido y ayudado a las poblaciones más vulnerables.
Como miembro del movimiento cooperativo, sé que en tiempos de crisis, las cooperativas están sin dudarlo al lado de su comunidad.
Por eso este año, su actividad es fundamental para millones de personas en todo el mundo.
Este año, también hemos sido testigos del surgimiento de una generación de líderes jóvenes, comprometidos con la eliminación de la desigualdad social, la lucha contra el cambio climático y la resolución de los desequilibrios acentuados por la pandemia.
Creo firmemente que el modelo cooperativo puede ser el canal a través del cual nuestra juventud puede organizarse democráticamente y ser un agente de transformación social.
Con nuestra identidad cooperativa como estandarte, podemos avanzar hacia el desarrollo sostenible de nuestras comunidades.
Cooperativistas de todo el mundo, me gustaría agradecerles sus contribuciones a los desafíos globales que enfrentamos hoy y su pensamiento innovador para mejorar en el futuro la vida de todas las personas.
Juntos, seguiremos haciendo un movimiento cooperativo fuerte y transformador durante los próximos cien años y más.
Les envío a la distancia un fuerte abrazo cooperativo.